Biopics musicales: cómo dar con la nota adecuada
¿Por qué las películas sobre músicos suelen llegar a un callejón sin salida?
Biopics musicales: cómo dar con la nota adecuada
Los biopics musicales tienden a fallar cuando vemos a los actores intentando replicar las características por las que es famosa la estrella a la que interpretan. Pero hay más en juego. Y, primero, unas pocas notas históricas.
Breve historia de la música de cine
Hay una serie de libros y documentales fantásticos que tratan este tema con mucho más detalle del que necesito entrar aquí, pero incluso antes de la llegada del sonido sincronizado y las bandas magnéticas incrustadas en las copias de las películas, la música siempre formó parte del cine.
Hasta cierto punto, el uso de la música en las primeras películas no era más que una consecuencia del modo en que se había utilizado la música para acentuar el drama del teatro en vivo -especialmente óperas, óperas ligeras y operetas, dramas musicales, etc.- durante un par de siglos. De hecho, la mayor parte de la música utilizada durante la Era Silenciosa, de 1895 a 1928 (por ejemplo, El General, Nosferatu, Metrópolis) se reutilizó a partir de composiciones ya existentes.
Libros como "Motion Picture Moods" (1924), de Erno Rapee, contenían partituras para que pianistas u organistas las utilizaran como acompañamiento de distintos tipos de escenas de películas mudas, en su mayoría composiciones seleccionadas de compositores como Beethoven, Grieg, Schumann, Wagner, Chopin, etc. Ese libro también contiene una serie de canciones infantiles, canciones populares e himnos nacionales, para tener en cuenta otros tipos de situaciones dramáticas que suelen aparecer en las películas.
"Motion Picture Moods" es increíble porque Rapee indexó cuidadosamente las partituras según el tipo de acción o estado de ánimo para el que creía que serían más útiles, y cada página del libro reproduce ese índice en los márgenes, de modo que encontrar la música apropiada para una escena próxima sea fácil para el músico de la sala que trabaje en un cine.
Es fácil encontrar vídeos en las redes sociales que utilizan una sola pista, en bucle sin fin, durante 20-30 minutos seguidos, o -alternativamente- vídeos que cambian rápidamente de música sin pensar ni prestar atención a si el cambio es necesario o no, ni a lo que está transmitiendo en términos de estructura o emoción.
En general, creo que esto se debe no sólo a que la gente no comprende el poder que tiene la música en el contexto del cine, sino también a que carece de conocimientos técnicos sobre edición musical. Cogen música de archivo gratuita (o barata) de un sitio web como Premium Beat, la colocan en un vídeo que están editando y dejan que la pista se reproduzca hasta que termina, momento en el que la reinician o cogen otra pista y vuelven a empezar.
Esto es trágico, y es un factor importante por el que muchos vídeos que encontrarás en Internet son tan malos.
¿Por qué las películas sobre músicos suelen llegar a un callejón sin salida?
Sean cuales sean tus gustos musicales, Hollywood ha hecho una película biográfica que te atraerá. Los rockeros pueden elegir entre Bohemian Rhapsody (sobre Queen), Rocketman (sobre Elton John) y Elvis (sobre, bueno, Elvis Presley). Los fans del folk tienen Walk the Line (Johnny Cash), los del soul Respect (Aretha Franklin) y los del reggae One Love (Bob Marley). Back to Black" se publica en el Reino Unido esta semana. Recorre la vida de la cantautora Amy Winehouse, que murió en 2011 a los 27 años.
"Me haré con una película y la miraré 20 veces. Me pasaré una semana sólo mirando la hora, una vez por la mañana y otra por la tarde, hasta que la película me diga lo que tengo que hacer".
- ELMER BERNSTEIN
En muchos sentidos, los músicos son un tema natural para los cineastas, entre otras cosas porque atraen a un público establecido, algo crucial en una época de apuestas seguras en la pantalla. Las historias suelen seguir una forma narrativa reconocible: un joven prodigiosamente talentoso y carismático asciende a las cumbres de la fama, sólo para descubrir que el panorama es vertiginoso. Pueden sufrir creativamente, enfermar o caer bajo el hechizo de un manager manipulador. Pueden volverse adictos al alcohol o a las drogas. Estas historias son variaciones sobre un tema familiar: las personas con talento suelen pagar por sus dones.
Pero el biopic es un género complicado precisamente por esas razones. Es un reto comprimir una vida y una carrera extraordinarias en un par de horas. Muchos retratos acaban siendo caricaturas o parecen insatisfactoriamente incompletos. (Éste fue un defecto tanto en "Napoleón" como en "Maestro".) La mayoría de los espectadores tendrán una idea preexistente del sujeto a la que la película se esforzará por hacer justicia.
"Cuando hago música para películas, ante todo soy cineasta. Se trata de servir a las necesidades de la película. Estás contando una historia; en cierto modo, dejas de ser compositor para convertirte en narrador. Cuentas la historia con los temas más apropiados. Cómo enfocas estas cosas es una cuestión muy personal, pero tu objetivo es contar primero la historia".
- JOHANN JOHANNSSON
En el caso de las biopics musicales, esto es aún más pronunciado: una película tiene que intentar captar no sólo lo que hizo un artista, sino lo que él y su obra significan para los aficionados. Algunos cineastas rehúyen esa tarea y se conforman con una descripción fiel de la biografía de la estrella, respaldada por una actuación comprometida del actor principal.
Eso es lo que ocurre en "Back to Black". La vida de Winehouse está representada de forma colorista pero obediente, lo que da a la trama un aire episódico. La joven Amy (Marisa Abela) es descubierta, se hace famosa, se casa y entra y sale de la adicción. Me encontraba esperando que se marcaran ciertas casillas: su padre taxista, su tempestuosa relación, los paparazzi, sus exitosas canciones "Rehab" y "Back to Black". Excepto por algunas pistas, en realidad nunca vemos a Winehouse escribiendo música, aunque sí la vemos escuchando a algunas de sus influencias.
Las interpretaciones de "Back to Black", sobre todo la de la Sra. Abela, redimen algunos de estos pecados; el vestuario y la fotografía también impresionan. Pero, sobre todo, la banda sonora toca una fibra sensible. Como debe ser: los biopics de más éxito dejan que la música hable por sí misma.
Qué opinas? Estás de acuerdo con las conclusiones?