Constelaciones Familiares: ¿Descubrir los Orígenes del Conflicto Familiar?
Destinos conectados, destinos separados: ¿Se puede utilizar esta terapia para recuperarse de historias heredadas y traumas? (Parte 1)
Constelaciones Familiares: ¿Descubrir los Orígenes del Conflicto Familiar?
Las Constelaciones Familiares son un proceso terapéutico experiencial transpersonal, sistémico y fenomenológico. Este método de psicología profunda fue desarrollado por primera vez por el psicoanalista alemán Bert Hellinger (nacido en 1925). El proceso integra elementos de:
la terapia de sistemas familiares,
la fenomenología existencial,
la psicología profunda (Jung) y
las creencias indígenas de devoción ancestral (zulú, budismo-taoísmo-confucianismo, chamanismo).
Originalmente diseñado como terapia individual en un contexto de grupo, desde entonces ha evolucionado para incluir formatos que pueden utilizarse en terapia individual y consultoría organizativa.
▷ Terapia de constelaciones familiares para recuperarse de historias heredadas y traumas
Muchos de nosotros nos «enredamos» con la infelicidad de quienes nos precedieron, adoptando inconscientemente patrones familiares destructivos de ansiedad, depresión, fracaso e incluso enfermedad y adicción en un intento de «rehacer» el pasado y «arreglar» nuestras familias.
Los profesionales suelen combinar las Constelaciones Familiares con otras modalidades terapéuticas para formar nuevos híbridos como las Constelaciones Equinas, las Constelaciones Chamánicas y las Constelaciones del Lenguaje Básico.
«Sólo somos estrellas en la constelación de nuestra familia»
– Stephen Robert Kuta
Las Constelaciones Familiares son un método sistémico que examina el modo en que las relaciones y los vínculos existen o no, se funden o se distancian entre los individuos de un mismo sistema. La dinámica familiar se manifiesta a través de la repetición de acciones, nombres, etc., que pueden aportar realización u obstaculizarla. De este modo, transmite, a menudo inconscientemente, los síntomas de sus antepasados a las generaciones siguientes. Por eso, los trastornos que experimentamos no siempre nos pertenecen sólo a nosotros.
Mi equipo y yo hemos escrito este artículo lo mejor que hemos podido, teniendo cuidado en dejar contenido que ya hemos tratado en otros artículos de esta revista. Si crees que hay algo esencial que no hemos cubierto, por favor, dilo. Te estaré, personalmente, agradecido. Si crees que merecemos que compartas este artículo, nos haces un gran favor; puedes hacerlo aquí:
Cuando son dramatizados por representantes de los miembros de la familia implicados y luego vinculados a los antepasados afectados, estos patrones relacionales disfuncionales se vuelven transparentes. Los vínculos pueden entonces restablecerse o remendarse. El miembro o miembros excluidos o desposeídos pueden entonces recuperar su lugar, restableciendo el equilibrio y la integridad del grupo.
Creo que una de las mejores cosas de escribir online es que el lector (tú) puede dar su opinión, y que el autor (mi equipo y yo) puede recibir "feedback". Pero todo empieza con un comentario tuyo:
Este puede ser un poderoso método terapéutico que utiliza la historia familiar como herramienta para comprender -y resolver- los problemas del presente
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Trazar una «constelación familiar» abarca la exploración de acontecimientos vitales fuertes anteriores, desde accidentes hasta adopciones, y el acceso a la dinámica más profunda de ese sistema familiar. Este proceso nos ayuda a reconocer y luego resolver patrones familiares profundamente arraigados. Por ejemplo, para comprender la incapacidad de una persona para confiar, hay que desvelar y liberar la historia familiar de traición. Estas percepciones sustituyen el resentimiento por el respeto, el dolor por la comprensión.
Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones, perspectivas y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características en 2024 o antes, y el futuro de esta cuestión):
La mayoría de las sesiones de Constelaciones Familiares se llevan a cabo en un entorno de grupo, en el que el facilitador busca primero claridad sobre la cuestión o el problema que el cliente ha venido a resolver. A continuación, se eligen representantes entre el grupo y se establece la constelación y se trabaja en ella hasta su resolución. Esto puede ir seguido de un ritual de cierre y consejos sobre cómo integrar lo que la constelación ha revelado.
En este texto, y su segunda parte, se utiliza los conocimientos adquiridos por quienes han seguido o investigado a Bert Hellinger -el fundador de la terapia de Constelaciones Familiares- para describir con claridad este método terapéutico único. Pero muchos lo consideran como una pseudociencia, llena de peligros. Por ello, queremos reproducir una parte del excelente artículo sobre este tema de Engrama, la parte precisamente que trata de los peligros (link a continuación):
Peligros
“De acuerdo con José Miguel Cuevas, Doctor en Psicología Social y experto en sectas y adicciones, existen los siguientes peligros:
Falacia atributiva e infantilización: En las constelaciones familiares se atribuye todo el peso de los problemas actuales a supuestos traumas de generaciones pasadas. Esto hace que el paciente se perciba únicamente como una víctima, sin responsabilidad alguna sobre su situación, lo cual puede conllevar a una peligrosa infantilización.
Creencias delirantes o fantasiosas: Al establecer relaciones causa-efecto infundadas entre traumas ancestrales y los problemas presentes, se abre la puerta a que el consultante desarrolle creencias delirantes o fantasiosas que no tienen sustento en la evidencia empírica.
Abandono de soluciones reales: La combinación de la falacia atributiva con una posible mejoría sintomática por efecto placebo, puede llevar al participante a dejar de buscar soluciones reales y eficaces para sus problemas, incluyendo trastornos psicológicos que requerirían un abordaje profesional adecuado.
Culpabilización y aislamiento familiar: Atribuir la responsabilidad de todos los males a los parientes puede derivar en un peligroso aislamiento del núcleo familiar e incluso de la pareja. Este distanciamiento del entorno afectivo puede ser accidental o buscado deliberadamente por el facilitador aplicando tácticas de control emocional típicas de las sectas.
Desencadenante de brotes psicóticos: En algunos casos, posteriormente a participar en constelaciones familiares, personas sin historial previo de problemas de salud mental han llegado a sufrir brotes psicóticos. Alejados de esta pseudoterapia y reconducidos a un tratamiento válido, varios de estos casos han logrado recuperar su estabilidad mental.”
A continuación, se señala lo siguiente en ese artículo:
Para terminar, las constelaciones familiares no son más que otra expresión más de la pseudociencia, carente de bases empíricas sólidas y respaldo científico. Detrás de ese barniz de modernidad y pseudo-terapia alternativa, se esconde una práctica muy peligrosa para quienes se someten a ella.”
Léase el artículo completo en:
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La mayoría de las sesiones de Constelaciones Familiares se llevan a cabo en un entorno de grupo, en el que el facilitador busca primero claridad sobre la cuestión o el problema que el cliente ha venido a resolver. A continuación, se eligen representantes entre el grupo y se establece la constelación y se trabaja en ella hasta su resolución. Esto puede ir seguido de un ritual de cierre y consejos sobre cómo integrar lo que la constelación ha revelado.
En este texto, y su segunda parte, se utiliza los conocimientos adquiridos por quienes han seguido o investigado a Bert Hellinger -el fundador de la terapia de Constelaciones Familiares- para describir con claridad este método terapéutico único. Pero muchos lo consideran como una pseudociencia, llena de peligros.
Terapia de constelaciones familiares para recuperarse de historias heredadas y traumas:
Muchos de nosotros nos «enredamos» con la infelicidad de quienes nos precedieron, adoptando inconscientemente patrones familiares destructivos de ansiedad, depresión, fracaso e incluso enfermedad y adicción en un intento de «rehacer» el pasado y «arreglar» nuestras familias.