Suecia reduce 1 año la enseñanza basada en el juego para los niños más pequeños. Otros países tienden a ofrecerles más trabajo y menos juegos. Un gran error.
Recientemente, los científicos han profundizado en las razones por las que se ha demostrado que pasar tiempo en la naturaleza aumenta la creatividad. Una de las razones es que nos permite descansar partes importantes del cerebro, que a menudo están sobrecargadas, lo que provoca distracción y fatiga cognitiva. Descansar esta parte del cerebro pasando tiempo en la naturaleza nos permite volver a centrarnos, pensar en profundidad y tener ideas innovadoras.
Esta interacción de tiempo en la naturaleza y tiempo en el aula proporciona a los niños un equilibrio entre esfuerzo mental y descanso, y favorece su creatividad y concentración. Esto ayuda a mantener la escuela como una experiencia de bajo estrés y baja ansiedad para los niños, permitiéndoles disfrutar de la escuela y desarrollar un amor por el aprendizaje para toda la vida.
El juego, sobre todo al aire libre, ofrece muchas oportunidades para que los niños utilicen su imaginación y desarrollen su capacidad para resolver problemas. "¿Cuál es el mejor lugar para esconderse cuando se juega al escondite? ¿Qué materiales podemos utilizar para construir una casa?" Éstos son los tipos de preguntas que los niños pueden plantearse jugando, desarrollando su imaginación, su pensamiento creativo y su empatía.
También hay formas de que las escuelas (¡y los padres!) se aseguren de que el tiempo de juego beneficie a la imaginación y la creatividad del niño. Una forma en que lo hacemos en las escuelas Waldorf de educación infantil y jardín de infancia es en la forma en que preparamos los entornos de juego y elegimos los juguetes a disposición de los niños.
Recientemente, los científicos han profundizado en las razones por las que se ha demostrado que pasar tiempo en la naturaleza aumenta la creatividad. Una de las razones es que nos permite descansar partes importantes del cerebro, que a menudo están sobrecargadas, lo que provoca distracción y fatiga cognitiva. Descansar esta parte del cerebro pasando tiempo en la naturaleza nos permite volver a centrarnos, pensar en profundidad y tener ideas innovadoras.
Esta interacción de tiempo en la naturaleza y tiempo en el aula proporciona a los niños un equilibrio entre esfuerzo mental y descanso, y favorece su creatividad y concentración. Esto ayuda a mantener la escuela como una experiencia de bajo estrés y baja ansiedad para los niños, permitiéndoles disfrutar de la escuela y desarrollar un amor por el aprendizaje para toda la vida.
El juego, sobre todo al aire libre, ofrece muchas oportunidades para que los niños utilicen su imaginación y desarrollen su capacidad para resolver problemas. "¿Cuál es el mejor lugar para esconderse cuando se juega al escondite? ¿Qué materiales podemos utilizar para construir una casa?" Éstos son los tipos de preguntas que los niños pueden plantearse jugando, desarrollando su imaginación, su pensamiento creativo y su empatía.
También hay formas de que las escuelas (¡y los padres!) se aseguren de que el tiempo de juego beneficie a la imaginación y la creatividad del niño. Una forma en que lo hacemos en las escuelas Waldorf de educación infantil y jardín de infancia es en la forma en que preparamos los entornos de juego y elegimos los juguetes a disposición de los niños.
Juguemos en el bosque es un gran juego de la infancia