¿Cuál es el Secreto para que las Verduras sean más Agradables en Otoño?
Más allá del vegetarianismo: el método de cocina que debes aprender para entusiasmarte con las verduras este otoño (también para niños).
¿Cuál es el Secreto para que las Verduras sean más Agradables en Otoño?
Por M. Holcomb
Cuando piensas en una comida, ¿las verduras son el personaje secundario olvidable o el villano? ¿Y si pudieran ser la estrella del espectáculo?
«Come más verduras», nos repiten médicos y nutricionistas. Pero a mucha gente le cuesta hacerlo porque no le gustan o entusiasman las verduras.
▷¿Cómo hacer que las verduras sean más agradables todo el año?
Añade un chorrito de zumo de limón después de cocer las verduras al vapor. Puede añadir una agradable sorpresa a las espinacas o el brécol. Saltéalas con hierbas. Para infundir sabor y aromas apetitosos a tus verduras, saltéalas en aceite de oliva, ajo y hierbas de tu elección (albahaca, orégano, tomillo, etc.)
La primera experiencia infantil de muchas personas con las verduras es cocerlas al vapor (o en agua), y aunque la cocción al vapor funciona bien con algunas verduras, no hace que todas tengan el mejor sabor. Aprender a amar las verduras puede significar ampliar tu comprensión de las posibilidades a la hora de cocinarlas.
Y aunque puede resultar tentador ceñirse a tu verdura favorita durante todo el año, las verduras saben realmente mejor -y pueden ser más divertidas- cuando se comen en su estación adecuada. Y hacer de las verduras la parte de la comida que más te gusta no requiere mucho trabajo.
Cómo cocinas esas verduras
Si crees que las plantas de tu plato son un plato «obligado» y no un plato «deseado», puede deberse a que no las estás cocinando bien, según algunas concineras, que creen que las verduras tienen más sabor que la carne en muchos casos cuando se preparan adecuadamente.
En otoño e invierno, asarlas es uno de los mejores métodos para conseguir un buen plato de verduras. Para algunas cocineras, las verduras de verano están deliciosas crudas. El maíz, las judías verdes, los tomates… todas esas cosas están deliciosas, crudas o con unos tres minutos de cocción» (No ocurre lo mismo con las coles de Bruselas, la calabaza y los boniatos).
Para que esas cosas sepan realmente deliciosas, tienes que asarlas a una temperatura muy alta durante más tiempo del que crees. Para asar verduras, el truco está en mantener el horno entre 400 y 425 grados Fahrenheit durante unos 35 o 40 minutos, e incluso más si se trata de calabaza. Asar a temperaturas más altas te ayuda a conseguir la textura adecuada, eliminando el sabor a azufre de las coles de Bruselas y dando a la calabaza una caramelización dulce.
Estas cocineras no quieren que se tueste a menos de 300 (Fahrenheit). Quieren 400 y más durante 35 minutos como mínimo, probablemente más cerca de 450.
Desde un punto de vista sociológico, los vegetarianos fueron durante mucho tiempo individualistas marginales que rara vez se organizaban y a menudo se peleaban por cuestiones de orientación, teoría dietética o lealtad a los pioneros. No fue hasta la década de 1970, con el movimiento ecologista, cuando el vegetarianismo disfrutó de un nuevo impulso. Las tiendas ecológicas y los restaurantes vegetarianos, o que ofrecían menús vegetarianos, surgieron en pueblos y ciudades. La imagen del vegetariano, víctima de burlas y prejuicios (como comedor de semillas), se transformó, entre otras cosas debido a los temores engendrados por el riesgo de destruir recursos vitales, así como por los escándalos de la carne tratada con hormonas y las vacas locas. Muchas personas sintieron que debían cambiar sus hábitos alimentarios y evitar los alimentos que implicaban el sufrimiento y la muerte de animales. Además, la misma superficie podría alimentar a muchas más personas si se utilizara para cultivar alimentos en lugar de forraje.
A principios del siglo XXI, muchos jóvenes con estudios superiores expresaron su preferencia por una dieta sin carne. Los estudios han demostrado que una dieta vegetariana variada proporciona nutrientes suficientes para la vida y previene ciertas enfermedades nutricionales. Pero sobre todo influyen razones éticas, económicas y ecológicas (además de los aspectos sanitarios), que conducen a una actitud crítica hacia la ganadería masiva y las prácticas de la industria cárnica. Según la encuesta sanitaria suiza de 2002, el 2,5% de los encuestados afirmaba no comer nunca carne ni embutidos, con una marcada diferencia entre mujeres (3,7%) y hombres (1,3%). En 2006, alrededor del 3% de la población suiza era vegetariana, seguida de Alemania (8%), Reino Unido (9%), Austria (3%), Italia (5%) y Francia (2%).
Lo que buscas
¿Cómo sabes si lo has hecho bien? La textura puede ser un buen indicador.
El exterior crujiente está bien, pero es importante que el interior esté tierno cuando se trata de verduras de invierno. Ahí es donde entra en juego el calor alto. Tenerlas a más de 400 grados ayuda a que el exterior quede un poco crujiente, de modo que el contacto con la sartén hará que el exterior de las coles de Bruselas quede bonito y crujiente, mientras que el interior queda tierno y se deshace en la boca.
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Puedes girar las verduras para que se cocinen uniformemente, pero algunos expertos de la cocina de verduras consideran que a menudo no necesitamos hacerlo. En su lugar, deja que el lado que toca la sartén quede más crujiente.
Hacia el final del asado, es recomendable mantener encendida la luz del horno y comprobarlo con frecuencia. En cuanto los bordes empiecen a dorarse, pasarán rápidamente de dorados a negros.
Dale sabor
Cuando las verduras estén bien cocinadas, conviértelas en la estrella del espectáculo con algo de sabor. No tiene por qué dar mucho trabajo. Un poco de aceite de oliva, sal, pimienta y ajo son muy útiles, o utiliza salsas compradas en la tienda para que tus veladas entre semana sean fáciles y emocionantes.
Un aliño de la diosa verde -que suele contener ingredientes como nata (o yogur griego), mezcla de hierbas y limón- o un pesto precocinado pueden añadir brillo a una gran variedad de platos, por ejemplo.
La pasta de “harissa” es fácil de encontrar en la mayoría de los supermercados en algunas partes de América y ya contiene sabores como ajo, limón, aceite de oliva y chile. Es un atajo para ir más rápido, o ser mas cómodo. Apóyate en las cosas fáciles y súper sabrosas compradas en la tienda y sírvelo con eso.
¿Cómo aprendo a disfrutar de las verduras, y mis hijos también?
Además del método (para otoño) que una experta cocinera describe en este artículo, otra opción es la siguiente:
Juega con la textura: Si odias las verduras blandas, prueba en su lugar versiones crudas, trituradas, asadas o salteadas. ¿Te gustan los alimentos crujientes? Prueba las «chips» de col rizada o remolacha al horno. Disfruta más de las sopas: Si la textura de las verduras crudas Y cocidas no es lo tuyo, hazlas puré.
Me declaro amante de las verduras en general, con especial inclinación a las mediterráneas... son una locura en temporadas...